Por Keysa Leger 27/03/2022
La Revolución Francesa
es un proceso político y social que ocurrió en Francia e inició el 14 de junio
de 1789. Su consecuencia política más importante fue el fin del antiguo
régimen, gracias a la aplicación de los ideales del liberalismo político,
impulsados por los ilustrados. Se destacan la declaración de los derechos de
Libertad, Igualdad y Fraternidad de todos los hombres ante la ley, la abolición
de la monarquía absoluta, la supresión de los estamentos y la instauración del
régimen republicano, basado en el principio de soberanía del pueblo.
Unas de las causas
fueron la incapacidad de la monarquía para hacer frente a los problemas
derivados del choque ideológico entre las ideas propias de la Ilustración y las
que defendía el viejo aparato de gobierno; además, la Revolución Industrial no
había mejorado el nivel de vida de la mayoría de la población, que vivía en
condiciones deplorables.
La gente exigió la
aplicación de reformas políticas y sociales, pero la aristocracia, empeñada en
mantener sus privilegios, presionó la ley para impedir los cambios, por lo que
el pueblo de París se levantó en armas el 14 de junio de 1789, atacando la
prisión de la Bastilla. El asalto y la destrucción de la vieja fortaleza se
consideran el triunfo simbólico del pueblo contra la opresión del gobierno
tiránico.
La burguesía francesa,
temerosa del caos y la anarquía que prevalecían ante el derrumbe de la
monarquía, organizó un gobierno provisional, representado por la Asamblea
Nacional Constituyente, y una milicia popular llamada Guardia Nacional. El
gobierno provisional suprimió el régimen feudal y despojó de sus privilegios al
clero y a la nobleza e inició las preparaciones para la redacción de una
constitución. Fue así como se aprobó la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, que contenía los principios del movimiento,
sintetizados en el lema de la Revolución: “Libertad, Igualdad y Fraternidad”.
El documento expresaba
que la libertad es el valor esencial de la democracia y que ningún ciudadano
debe ser obligado a aceptar ningún valor, si de forma consciente y libre no lo
adopta. La igualdad se refiere al principio de correspondencia jurídica, es
decir, que todos los ciudadanos son iguales ante la ley y que no debe haber
privilegios para un grupo especial. El valor de la fraternidad implica que todo
ciudadano debe tratar a los demás como hermanos.
Finalmente, la
revolución trajo consigo profundos cambios políticos no solo para Francia, sino
para el mundo. Significó el fin del antiguo régimen y el triunfo de la
democracia, en el cual las clases medias, encabezadas por la burguesía, se
convirtieron en el grupo dominante. Sin embargo, también hubo excesos, cuando
las posturas ideológicas se tornaron radicales como en “Época del Terror”
marcada por la aplicación de leyes extremas, la persecución y muerte de los
opositores y cientos de personas inocentes.
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